No quiero este vacío en el pecho que arde y lastima cada que recuerdo tu nombre y tu voz.
No quiero las saladas lágrimas que resbalan por mis mejillas calientes cada vez que me decepcionas una y otra vez.
Estoy cansada, tuve que soportar ofensas en vano solo por ti, lo arriesgue todo porque te creí diferente pero ahora me doy cuenta de la clase de persona que eres.
Cada vez se me hace más difícil seguir, este camino se llena de piedras que se clavan en mi ya dañada piel y obstáculos que no me permiten avanzar por más que lo intento.
Duele tener que buscarte aun cuando se que tu eres el culpable. Duele escuchar a la gente decir “Te lo dijimos, el no es bueno para ti”
Y aunque sé que todas mis palabras son ciertas aun siento este incoherente y ardiente deseo de permancer contigo.
Escuchar tu risa, oír el mágico sonido de tu apresurado corazón, sentir tu olor, esa maravillosa electricidad que se produce entre nosotros cada vez que tus labios se posan en los míos, escuchar decirme “Te amo” antes de que cuelgue el teléfono y el cosquillo de saber que en realidad tu estas aquí conmigo.
No sé qué es lo que sientes por mí y en realidad yo tampoco sé que es lo que siento por ti, todo es tan confuso y cada día contigo es como estar en una montaña rusa que avanza muy rápido.
Detesto quererte y me lástima que me obligues a odiarte.
¿El futuro contigo? Ni si quiera sé que es lo que pasara mañana, lo único que espero & anhelo es juntos venzamos todo lo que venga, desde aprender nuestra propia sinfonía, hasta pelear con un enorme dragón, porque si de algo estoy segura es que ambos podemos aprender, crecer y ser más que felices.
